Irresistible tentación.
19 abril, 2017
Se que es extraño que quiera hablar sobre la post producción en photoshop. Nunca me ha apasionado y no es algo nuevo para los demás, pero la semana pasada acepté la oferta de Víctor López -retocador profesional-, para darle un par de mis archivos en RAW y ver qué podía hacer con ellos.
He trabajado un par de veces con Víctor -lo he contratado para trabajos de publicidad en los que el cliente me ha pedido cotizar el retoque-, así es que se de lo que es capaz.
El resultado me impresionó, no sólo por que nunca había visto una de mis fotos así de retocada, sino por que estaba seguro de que me regresaría un archivo castigado por el exceso de manipulación y no fue así. Para mi sorpresa la foto se ve impecable y, además de todo, me encantó.
La primera foto es el archivo RAW, la segunda el ajuste que yo hago y la tercera el retoque de Víctor.
Ver mis fotos “photoshopeadas”, como dicen por ahí, me ha hecho reflexionar sobre mi postura ante el tema de la post producción y el mundo digital, aunque ya les dije que nunca me ha apasionado.
Haciendo un pequeño resumen sobre mi experiencia digital -desde el 2000 que compré mi primera cámara digital-, a la fecha, diría que los primeros trabajos fueron muy emocionantes. Uno por que, en ese momento, había pocos fotógrafos haciendo foto digital en México y dos por lo increíble que me resultaba poder ver las fotos al instante y descargarlas en la computadora un par de horas más tarde.
En ese momento el cambio de análogo a digital no parecía tan grande, por lo menos no para mi. Claro que era diferente, empezando por que ya no había que ir al laboratorio a revelar, pero la experiencia de fotografiar no era diferente, no por que no tenía la idea de alterar o modificar lo que había tomado con la cámara.
Pero pasó poco tiempo antes de que Photoshop revolucionara el mundo de la fotografía tal y como lo conocemos. En aquella época, como era de esperarse, hubo mucha confusión. Creo que pocos fotógrafos tenían claro cómo funcionaba y yo, les aseguro, no era uno de ellos.
No sabía usarlo y no entendía la necesidad de modificar la belleza del mundo en que vivimos. Por qué querer saturar los colores del cielo cuando cada atardecer es un espectáculo increíble? Por qué querer cambiar nuestra imagen o hacer 15 tomas para hacer una fotografía? De verdad no me hacía sentido.
No sólo me costó entender esta obsesión por cambiar la realidad, sino la ligereza con la que se hacía, así es que me resistí muchos años a la tentación de hacerlo.
Y si, la vida es cambio y hoy creo que hay trabajos de post producción realmente increíbles y esté de acuerdo o no, reconozco el talento de los que realmente saben usar estas herramientas de manipulación y quizá este es el motivo por el cual escribí esta nota, por que para entenderlo creo que hay que aprender a usarlo bien.
Yo lo uso para correcciones de contraste, temperatura de color y brillo, tal y como se recomienda en cualquier revista de fotografía digital, pero hay varios temas que me gustaría aprender. En primer lugar por la gestión del color, una de las variables más difíciles de controlar en el mundo digital, ya que no hay un estándar entre las cámaras, las computadoras y las impresoras y eso me parece muy frustrante.
Aún así sigo creyendo que la magia de la fotografía está en aprender a observar la calidad y dirección de la luz y controlar la exposición a través del diafragma y el obturador, pero después de ver esta foto sólo puedo preguntar; Quién me recomienda un buen curso de color digital y photoshop?
Si quieren ver más del trabajo de Víctor López