6 horas.

22 diciembre, 2017

Hace un par de semanas me tocó cubrir las 6 horas de México, una de las 9 fechas del WEC (World Endurance Championship), y como en todas las carreras avaladas por la FIA esto significa ver autos realmente increíbles y algunos de los mejores pilotos del mundo en acción.

Sólo fue necesario caminar una media hora por el paddock del Autódromo Hermanos Rodríguez para saber que había, por lo menos, media docena, de pilotos ex Fórmula 1 y otros campeones de categorías importantes lo que en pocas palabras significa, lo mejor del automovilismo mundial.

Esto es relevante para mi por que siempre me han gustado las carreras y ubico a muchos pilotos que han destacado en los seriales de la FIA, así es que siempre será un condimento especial fotografiarlos dentro y fuera de sus coches.

Para este trabajo en particular mi asignación fue fotografiar la experiencia de carrera del brasileño Gustavo Menezes, atleta Red Bull, y uno de los 3 pilotos del equipo francés Signatech Alpine Mamut que corre en la categoría LMP2.

Su auto lleva el número 36 y es un Alpine A470-Gibson. Yo se que eso les dice poco, pero en verdad no creo que los detalles íntimos de esta máquina sean necesarios. Lo que deben saber es que, como todos los autos del serial, es absolutamente hermoso y veloz. Qué tan veloz? En las largas rectas del circuito de Le Mans algunos autos de esta categoría han llegado a los 340 kilómetros por hora.

http://www.fiawec.com/en/car/2017/36

Lo realmente interesante de este trabajo fue poder trabajar de cerca con el equipo. Estar dentro del garage conviviendo con Gustavo, con sus mecánicos e incluso con los dueños del equipo, lo cual fue, de verdad, una experiencia única.

Sino son aficionados al automovilismo es difícil que entiendan mi emoción pero imaginar a este mismo equipo en las 24 horas de Le Mans -una de las carreras más famosas en la historia del automovilismo-, o en los circuitos de SPA Francorchamps, Silverstone o Nurburgring ha sido especial. Si, yo he fotografiado muchas carreras, incluso Fórmula 1, pero hay algo especial en los equipos del WEC.

Quizá fue la oportunidad de estar ahi dentro del equipo, sintiendo como late su corazón cuando se pone la luz en verde, cuando ganan o pierden una posición en pista o cuando cae la bandera a cuadros que lo hizo diferente a otras carreras que he fotografiado.

Fotográficamente no fue un día extraordinario en términos de luz, de hecho casi todo el día trabajamos con luz bastante plana y cuando la lluvia -que ha llovido sin parar más de 5 semanas-, pudo ser un elemento visual interesante -por el spray que dejan los autos al pasar a toda velocidad y el reflejo de las luces prendidas sobre el pavimento mojado-, simplemente no llovió.

La carrera para el equipo pudo ser mejor. Salieron desde la Pole y terminaron en 2ndo lugar, lo cual celebraron a pesar de que nadie quiere perder un lugar en pista, aún con todo esto ha sido una experiencia de mucho aprendizaje para todos.

Estar en un garage durante una carrera no es una experiencia nueva, pero poder intimar con el equipo si lo fue y estoy muy agradecido con todos los mecánicos por darme el espacio para ir y venir dentro de su zona de trabajo y poder hacer mi trabajo durante la carrera.

Hay que aclarar que un equipo de competió tiene un trabajo de mucho precios y hay que entender cuando si y cuando no te puedes acercar, de hecho la FIA tiene multas y sanciones muy especificas para fotógrafos que por negligencia lleguen a entorpecer el trabajo de un equipo.

De hecho hay otros equipos en los que también hay pilotos de Red Bull, como el Porche 919 Hybrid y el Toyota TS050-Hybrid, pero por el tema de las recargas de baterías en los sistemas híbridos es muy complicado lograr un acceso, sin pasar por alto que yo no tengo el traje anti fuego que exige la FIA si vas a trabajar en la zona de pits.

Todo es parte de un proceso de aprendizaje, empezando por el curso de seguridad que impartió la FIA a todos los fotógrafos acreditados -sin el cual no puedes hacer fotos de este serial de resistencia-, en el que aprendí mucho sobre el trabajo en esta industria de las carreras.

En fin, fuera del garage y más allá de la comodidad del impecable servicio de transportación de medios en pista -las camionetas que van y vienen a lo largo de los 4.438 kilómetros que mide el autódromo-, para mi fue un regalo poder caminar junto a la pista y observar -más allá de lo que podía captar con mi objetivo-, la belleza que hay en la velocidad de estos autos. De verdad creo que es un deporte espectacular.

Así es que sin importar que durante 14 horas cargué 2 cámaras, 3 lentes y un flash -recorriendo casi 18 kilómetros-, todo el día me sentí como cuando vas a Disneylandia, caminas todo el día pero lo haces sonriendo y cómo hacerlo cuando ves un Aston Martin volar por las “S” o toparte con Bruno Senna, Pechito López, Sam Bird o Sebastian Buemi en el pit lane.

Nos vemos en el Gran Premio de México.

Saludos,