La Maleta.
7 febrero, 2017
La maleta es quizá una de las “herramientas” de trabajo menos apreciadas y aunque en este blog hablo específicamente de fotografía, creo que también podría aplicar a las maletas que usamos en el día a día.
Antes de explicar lo que creo que es relevante a la hora de comprar una maleta, debo aclarar que, después de 23 años de carrera, tengo la fortuna de ser embajador de varias marcas. Pero eso no quiere decir que uso el equipo que me quieran dar. No, la verdad es que nadie se “asocia” a una marca sólo por una maleta, te asocias a una marca por la calidad de sus productos y por que resuelven tus necesidades.
Y claro que es emocionante cuando te ofrecen un patrocinio, pero es importante entender que al aceptar empiezas una relación de trabajo en la que hay expectativas y compromisos por eso, para mi es importante estar convencido de esos productos, y aunque hay un dicho por ahí que dice; “A caballo regalado no se le mira el diente”, en mi caso he preferido no aceptar algunas propuestas cuando los productos de esa empresa no solucionan mis necesidades.
1- La estética
No soy un analista de marketing pero me atrevería a decir que la mayoría de las personas compran un maleta por su estética, y no puedo decir que esto sea un punto de partida incorrecto, pero cuando se trata de cargar lo que llevamos hay que pensarlo dos veces.
“En una sociedad de consumo, los objetos no se limitan a ser consumidos, no, se producen tanto para satisfacer una necesidad como para indicar una condición, es decir los objetos se convierten en signos más allá de la necesidad, si es que esta alguna vez existió”.
Jean Baudrillard
Una buena reflexión para aclarar el punto.
2- Su precio
Este es sin duda un factor decisivo pero estoy convencido de que lo barato sale caro así es que no voy a dedicar mucho tiempo en esta posibilidad. Comprar una maleta por que es la más barata es una mala idea. Fin de la historia.
3- Cuánto le cabe?
La capacidad de la maleta determina que tantas cosas vamos a poder meter en ella y este puede ser uno de los factores definitivos para un fotógrafo. Partiendo que tiene claro cuanto espacio ocupa su equipo de trabajo.
La realidad es que no siempre necesitamos cargar el mismo equipo, hay trabajos en los que vas a necesitar un 400mm y hay trabajos que puedes resolver con un 50mm.
Si, lo sé, la mayoría empezamos sólo con una cámara y uno o dos lentes, pero la intención de escribir este blog es la de darles una visión de lo que va a pasar con el tiempo y tarde o temprano van a tener que rentar o pedir equipo prestado para algún trabajo y luego van a tener que invertir en comprar más equipo y entonces se van a dar cuenta que la maletita que compraron ya no les queda.
4- Su diseño.
Este es un punto clave en la elección de una buena maleta. Para qué está diseñada? Y se que la respuesta parece lógica… Para cargar mi cámara, dirán sin pensarlo, pero la realidad es que la respuesta es un poco más compleja.
Si, las maletas se diseñan para transportar y proteger nuestro equipo y por la capacidad de volumen, pero se especializan por su accesibilidad y distribución de carga.
Un buen ejemplo de dos diseños muy específico son las maletas de una y dos correas. Por una lado la maleta tipo backpack que es quizá la más popular, tiene un diseño que es ergonómico y esto lo hace la maleta más cómoda para hacer largas caminatas. No hay manera de cargar el peso de tu equipo de manera más balanceada, si tiene correas acolchonadas es además de todo, cómoda. Por lo general son resistentes y tienen cobertor contra lluvia.
Esta podría parecer la maleta perfecta, pero si hablamos de accesibilidad a los compartimentos quizá no lo sea tanto, en cambio una maleta de correa lateral que tiene broches que permiten sacar el equipo en sólo un par de segundos sin necesidad de descolgarla del hombro, no hay maleta más práctica. Obviamente la contra parte es que todo el peso del equipo queda de un sólo lado de tu espalda y eso con el tiempo es incómodo.
Ahora, si usas un backpack y la llevas con usa sólo correa para verte “super cool” le estás cargando la mano a tu espalda y desaprovechando todo el diseño en que invirtió el fabricante.
Al final lo que les puedo decir es que no hay una maleta perfecta y que a lo largo de su carrera van a tener que invertir en diferentes modelos. Yo el día de hoy uso cuatro diferentes dependiendo el trabajo que tenga que hacer, cuánto equipo y que tan lejos lo tenga que cargar es la maleta que llevo.
Para darles una ultima razón de peso, he cargado en la espalda entre 12 y 25 kilos a lo largo de toda mi carrera, hago entre 30 y 40 viajes al año y mi equipaje va de entre 30 y 70 kilos, si bien eso no lo cargo todo el tiempo hay que subirlo y bajarlo del taxi, al hotel, etc.
Todo esto es relevante por mi espalda y con el tiempo la suya y les aseguro que es algo que todos tenemos que cuidar.